22 mar 2011

Río Largo

Lentamente, el corazón va latiendo cada vez más despacio, casi imperceptiblemente. Y dejo que ocurra, me dejo llevar suavemente por la corriente de ese río, cada vez mas caudaloso, hasta que desemboca en el vasto y profundo mar eterno, del que por suerte, no habrá nunca vuelta atrás.

1 comentario:

  1. Se me hace complicado comentar tus textos cuando sólo puedo decirte: qué gran verdad :)

    ResponderEliminar