Cuando me preguntan cómo estoy, miento y digo que estoy bien, que no me quejo, o cualquier otra frase similar pero la verdad es que en mi interior está creciendo una llama que va devorando todo a su paso, lo bueno, lo malo, lo necesario y lo innecesario, y este incendio no lo puedo apagar. Supongo que esta historia terminará como terminan los incendios, destruyéndolo todo y dejando solo dolor, arrepentimiento y cenizas.
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